domingo, febrero 28, 2010

MI DIARIO MARCIANO 3






14 de Enero de 2010

¿Se puede saber qué demonios ha pasado? Estas cosas sólo suceden en los cuentos y en las películas. Y sí, ya sé lo que escribí ayer en el diario. Que quisiera estar en América.

Pero... en fin... todo lo que ha pasado hoy no me lo esperaba en absoluto. Lo primero de todo el despertador. Me despierta con una música que no había oído en mi vida. Es más, el mismo despertador había cambiado. Yo tenía uno de éstos de los chinos en mi cuarto, cutre, con una capa superpuesta roja y el resto blanco. Había que tirar de una pestañita para que el pitido berreante sonara. Y tenía manecillas. Sin embargo, el despertador que me he encontrado era... digital. Plateado, y sintonizaba radio. La KBBJ ha sido la que me ha despertado con una armoniosa melodía de jazz que me ha dejado fascinado. Sigo siendo más de Marilyn Manson, pero el jazz tiene una magia indescriptible.

Me froté los ojos, para ver si es que era un sueño. Me abofeteé la cara, bien sonoramente, y desde luego que lo hice con tantas ganas que me hice daño. Desde luego estaba claro. No estaba dormido. Los posters de Marilyn Manson seguían en su sitio, pero además... tenía un equipo de música que era una pasada. Doble pletina, compartimento de CD, unos altavoces gigantescos... y una maqueta preciosa de un avión de combate sobrevolaba en el techo por encima de mi cabeza.

Bajé las escaleras corriendo emocionado, y comprobé para mi asombro que no eran las únicas cosas en la casa que habían cambiado. Las paredes, que antaño lucían un espantoso gotelé, estaban pintadas de un tono melocotón exquisito. En la cocina de mi madre siempre olía a comida precocinada, pero ahora sin embargo... un delicioso aroma emanaba de los fogones. Me acerqué para ver la maravilla, y mi madre... de repente se había cambiado el peinado. Siempre solía tenerlo castaño, medio arreglado, pero castaño. Nunca mi madre ha sido un adefesio, pero desde luego tampoco ha sido una top model en su vida. Sin embargo, la persona que ahora sonreía en mi presencia, era ella, pero a la vez era tan distinta. El pelo rubio plateado, la sonrisa más bonita que he visto en mi vida, su cara irradiaba felicidad.

Los cereales y la fruta típicos del desayuno de mi madre habían dado paso a unas tortitas dulces exquisitas. Las había cubierto con sirope de arce y un poco de mantequilla, y por encima había espolvoreado azúcar glasé.

-Venga, desayuna, que si no se te va a quedar frío, George.

¿Me había llamado George?

-Sí, mamá, por cierto, ¿qué te has hecho en el pelo?
-¿Cómo que qué me he hecho? Si siempre lo he llevado así. ¿Te pasa algo, cariño?

¿Cariño? ¿Me ha llamado cariño?

-Vamos, come, que los jóvenes americanos tienen que comer bien para crecer fuertes y servir al tío Sam, ya sabes que tu padre estará muy orgulloso si cuando acabes los estudios en la Universidad entras a formar parte del ejército, como hizo él. Incluso no descarta mandarte el próximo año a una academia militar.
-Mamá, vivimos en España, en Zaragoza, somos maños. ¿Te pasa algo? ¿Y me estás diciendo que papá esta aquí...con nosotros? ¿Ha vuelto?
-¿En Zaragoza? Esto es Colorado, cielo. Ya me dijo tu maestro que estabas sintiendo algo especial en las clases de español, pero no me imaginaba que fuera tanto lo que estabas sintiendo. Y tu padre se ha ido a trabajar pronto como todas las mañanas. Nos acompañará a cenar como siempre. Desde luego estudias duro. Sólo las personas que estudian con ahínco tienen a veces algún despiste.

Después dijeron por la radio que el instituto al que estaba yendo a estudiar en esta nueva dimensión, o lo que sea que es donde yo estoy, había cerrado a causa de las fuertes nevadas. Abrí y me asomé por la ventana de casa para comprobar si era cierto.

Pues ya no vivíamos en un piso. De repente, estábamos viviendo en unos preciosos adosados unifamiliares, todos con porches y buzones familiares. Un chico más o menos de mi edad, cuando me asomé a comprobar la nevada que estaba cayendo me golpeó sin querer con el periódico diario. Debía ser sin duda el repartidor de periódicos.

El diario era “Colorado News” y rezaba así:

“Fuertes nevadas en la región de Colorado. Se esperan grandes cortes de tráfico. Se recomienda a los ciudadanos que compren comida necesaria para varios días, mientras que las máquinas quitanieves se encargan de recoger poco a poco la
intensa nevada que se espera entre hoy y mañana.”

Entonces es cierto. No sé qué ha pasado, pero mi deseo se ha hecho realidad. ¡¡¡VIVO EN AMÉRICA!!!

CONTINUARÁ...

3 Comments:

Blogger Miguel Barreto said...

Este comentario ha sido eliminado por el autor.

4:39 a. m.  
Blogger Miguel Barreto said...

Interesante giro... a ver por donde nos sale el resto xD

4:40 a. m.  
Blogger nachohache said...

Bueno, quien sabe por donde salga la historia... Como se dice en estos casos, espero que te guste

12:02 p. m.  

Publicar un comentario

<< Home